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La “matrona Teresa” como era conocida, dejó de existir en el año 2009; ahora corresponde hacerle su ceremonia correspondiente. La matrona Teresa Ja’yaliyuu Luego de pasar 10 años de la muerte de la matrona Teresa Ja’yaliyuu, oriunda de Mekijanou, su tierra natal en el corazón de la Serranía de la Macuira, sus familiares deciden exhumar sus restos mortales. Es el mandato espiritual de los muertos para emprender su viaje de Jepira hacia otras dimensiones, según las creencias. La exhumación. Una ceremonia cargada de gran solemnidad y de mucho respeto, representa su segundo velorio; asegurando así el descanso de su alma y su viaje definitivo hacia el cosmos que según las tradiciones del pueblo Wayuu, es el destino de cada alma después de convivir muchos años en Jepira (lugar donde van las almas de los muertos Wayuu para reencontrarse con sus antepasados). Cabe destacar que la señora Teresa Ja’yaliyuu era madre del reconocido Putchipu’u Inocencio González Ja’yaliyuu y compañer

Punta Gallinas es el extremo norte de Colombia y Sur América, un maravilloso escenario natural de mesetas, dunas y acantilados rocosos, que brotan del mar color agua marina y conforman hermosas bahías como Bahía Honda y Bahía hondita. Sus alucinantes playas rodeadas de manglar, conservan el encanto  de un lugar virgen y solitario en el que se revela la esencia  del  espíritu. Integramos 2 grandes destinos en un solo plan, para que disfrute al máximo su tiempo y su paseo. Plan para Punta Gallinas y Cabo de la Vela.

Visto desde el mar el guano dejado por los pájaros teñía de blanco el emblemático morro de Julirianalü, que se encontraba a la entrada del desconocido Cabo que Ojeda y sus hombres veían por primera vez ese año del señor de 1499. Recorrían las costas de una extensa comarca que los indígenas llamaban Coquibacoa y que los navegantes hispanos confundieron con una vasta isla. A lo lejos el blanco excremento de las aves marinas les pareció la vela de un navío y así llamaron a ese hito geográfico y simbólico Cabo de la Vela como se le conoce hasta hoy.  Fue el propio Ojeda quien en las instrucciones que dio a su sobrino Pedro en 1502 vuelve a mencionarlo como un lugar  cercano a sus afectos pues se hallaba vinculado a su mujer guajira, Isabel, a quien había conocido en su primer viaje en  la costa oriental de la península cerca del lago de San Bartolomé. Acaso fue ella quien le habló por primera vez de los ricos ostrales que abundaban en esos mares. Ojeda ordenó a su sobrino recorrer la cos